I wouldn't mind [Priv. Lee Byung Hun]

Otro día más en el que Joe había conseguido evadirse de las actividades suplementarias para finalizar el entrenamiento de su nueva canción, Rocking. Sinceramente, le parecía totalmente absurdo que siguieran ensayando tanto después de haber grabado todo el MV y estar en proceso de lanzarlo al mercado, con todos esos fans ansiosos y expectantes de qué sería lo siguient que harían. En su humilde opinión, cada día se superaban más y dejaban un poco atrás esa imagen aniñada y tan femenina que tenían al principio. No le disgustaba, formaba parte de su pasado, de su debut y de toda su carrera artística ya que lo llevó a mejorar cada día más, a tener un lugar en el mundo del espectáculo y a conocer más a la gente de su alrededor. Pero desde hacía poco, desde que él mismo abrió los ojos para darse cuenta que quedaba muy poco para convertirse en un adulto hecho y derecho, un adulto reconocido en Corea del Sur gracias a entrar en la mayoría de edad, las cosas se tornaron totalmente distintas para él. Por un lado, le atemorizaba el simple hecho de dejar de lado su faceta más infantil y verse sumido en un mundo de madurez, seriedad, lejos de las mínimas diversiones que hacian su día a día inolvidable. Por otro, él mismo experimentaba distintos cambios en su personalidad que no eran para nada el agrado de los de su alrededor y eso sólo podía significar una cosa, que no quería admitir, y no lo haría hasta que lo tuviera bien asumido e interiorizado.

Se dio un paseo por Myeong dong, para despejar la mente y olvidarse de todo lo que había a su alrededor. Una gorra, unas gafas de sol y un atuendo poco llamativo para poder hacerse uno con la muchedumbre. Pasar desapercibido era un punto a su favor y un factor que tenía muy presente en todo momento, quedándose siempre en un punto ciego donde no fuera importante encontrarse con él. Así fue como acabó adentrándose en el primer café que vio -y le pareció confortable- y buscó con la mirada una mesa para sentarse. No estaba demasiado lleno, había espacio de sobra, pero quería la más alejada de la entrada para así poder disfrutar de intimidad. Alejada, escondida, relajante. Sacudió un poco la cabeza, abriéndose paso hasta el lugar indicado pero en el trayecto golpeó a un camarero que hizo caer encima de otro cliente un vaso de té helado que otro había pedido.

- Eish... perdón - se apresuró a decir con cierto desagrado, más por su torpeza que por el encuentro con el camarero, soportando un poco el sermón que le lanzó. Vio de reojo a la persona que había recibido tal golpe, arqueando las cejas porque no era muy difícil saber quién era y menos con la importancia que había tenido su grupo en los últimos días gracias a su regreso con una famosa canción. ¿Cómo era...? Growl, si mal no recordaba -... ¿Luhan? - Le preguntó en un murmuro un poco confuso, indeciso y después de haberse cerciorado de que el camarero se había ido. Ni siquiera se preocupó tanto porque ahora apestase a té helado y tuviera parcialmente la ropa mojada.